¿Empezar antes, o empezar después? He alli el dilema.
Cuando llevaron a mi tío al colegio por primera vez, hizo un berrinche tal que mi abuela esperó dos años antes de volver a intentarlo. Al final, entró al colegio a los seis años, directamente a primero primaria. Yo pensaba que mi tío era un holgazán y mis abuelos unos blandengües, pero resulta que en realidad eran pioneros pedagógicos. En Dinamarca, no se recibe a ningún niño antes de los seis años. Y miren que bien les va a los daneses.
Yo no tuve en suerte tener una madre así de misericordiosa, e inicié mis estudios a los cuatro años, como la mayoría de los niños de mi época. No sé si esto fue provechoso o no. Al menos hice varios amigos, algunos de los cuales siguen conmigo hasta hoy.
Lo que sí no me queda duda es que tuve más suerte que mi primo. El pobre empezó a los dos años en el colegio, en un grado que ni siquiera había oído mencionar hasta entonces: Maternal I. Luego vino Maternal II. Estimulación temprana, le dicen.
A este paso, la próxima generación de niños será ingresada a Fetal I y van a ser enchufados a electrodos cuando todavía estén en el vientre materno. ¿Que diría María Montessori?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario