viernes, 29 de mayo de 2009

Los nombres que nos nombran

Uno de las principales obligaciones de los padres es bautizar a sus hijos. Para ello hay tantos enfoques como nombres.

Están los que buscan y rebuscan para darle a sus hijos una combinación de apelativos que sea sonora y contundente (Marta Susana, Jorge Alberto, etc.). Algunos padres, tan satisfechos con su confección, llegan a insistir en que se usen los dos nombres siempre, lo que hace parecer a sus personajes de telenovela mejicana:

-¡Gloria Cecilia! ¡Carlos Rodrigo! ¿Han visto mis llaves?

Lo cual lo hace a uno preguntarse lo siguiente: si llaman a sus hijos por los dos nombres siempre, ¿cómo les dirán cuando estén molestos con ellos?

Hay quienes se simplifican la vida y le ponen su propio nombre, condenando así al hijo a ser conocido por siempre como "el Junior". Hay quienes se basan en el santo que corresponde a su día. Algunos eligen para sus vástagos nombres que han oído por allí y que les han gustado. Otros -especialmente las celebridades- buscan nombres originales para los críos.

La gente de provincia siempre tiene los nombres más pintorescos. La combinación de mal gusto y poca educación tiende a ser hilarante para todos... menos para el que lleva el nombre.

Y tanto trabajo para bautizar es por gusto, pues como el video a continuación muestra, el nombre con el que uno empieza esta vida no siempre es con el que uno la termina.

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